11 de junio de 2010

Impulsos repentinos

¡Buenas, buenas! Alguna búsqueda errónea en google los habrá traído hasta acá, así que, bienvenidos. Después de un año y medio, he vuelto. Hace 6 meses me gradué, y este último semestre he estado estudiando duro. Ahora estoy en vacaciones, en un merecido descanso. Y bueno, me dio uno de esos impulsos repentinos (de ahí el título de la entrada) y aquí estoy, actualizando.

Antes que nada, quiero hablar de las jodidas elecciones de Colombia. Fue un duro golpe ver el porcentaje de votos por Santos. En serio. Durísimo. ¿Qué le pasa a la gente? Es cierta esa frase que dice que la democracia garantiza que el pueblo tenga al gobernante que se merece, pero, en serio, no nos tratemos tan mal. ¿De verdad los colombianos creemos que nos merecemos a Santos? Yo por lo menos no, no creo que nadie merezca tal desgracia. Quiero compartir algo que escribí anoche, en mi desasosiego, después de ver varios videos de Jaime Garzón, entre ellos, su conferencia en Cali por allá en 1997:

Me parece sumamente irritante la habilidad de Juan Manuel Santos para desviar la atención de asuntos que le incumben y que le son desfavorables. En los primeros debates, frente a las acusaciones de los falsos positivos, sacaba campante su lema: “tocosur” y “tocosan”. Todos contra Uribe y todos contra Santos. ¿Y quienes lo apoyan creen que tiene pantalones? Porque esas pataletas me suenan a eso… a pataletas. En lugar de responder como se debe, de dar la cara, “de ser varón” como diría Uribe, acoge una actitud de lo más infantil. Leyendo ahora una breve reseña del debate realizado en CityTV, me llamó la atención este tema, precisamente. Porque, citando de nuevo a nuestro vernáculo presidente, “me emberraca”.

Frente a la acusación de corrupción en su campaña hecha por Mockus, Santos, a fin de cuentas, no respondió. De una forma bastante burda, acusó a Mockus de creerse el dueño de la honestidad, y de creer que todos los demás colombianos somos unos bandidos. Burdo ¿no? Traer a colación algo que Mockus no ha afirmado en ningún momento (que se crea el dueño de la verdad, o que todos los demás colombianos somos bandidos) sin llegar realmente a esclarecer lo que se le cuestionó.

Cuando, de nuevo, Mockus le pidió que tomase una posición frente al asunto de la ‘Yidispolítica’, Santos le pidió que no lo colocase en la posición de “juez moral de la nación”. ¡Pero eso no era lo que se le pedía! Se le pidió que tomase una posición, una postura frente a un hecho. No frente a una nación. ¿O es que acaso está afirmando que el caso de la ‘Yidispolítica’ puede ser traspuesto a toda la realidad nacional? Porque si es así, es él, y no Mockus, quien acusa a todos los colombianos de bandidos.

Creo que lo que ocurrió en estas votaciones es que los votantes confundieron el cinismo con la valentía. Que frente a todos los trapitos sucios que le han sacado, Santos siga adelante, es una muestra de su empuje. Y esto me resulta muy inquietante cuando recuerdo la noticia de que, frente al asesinato de 9 voluntarios de una flotilla humanitaria, le pidieron la renuncia al ministro de defensa de Israel. ¿Cuántos falsos positivos tiene Colombia? ¿Los 19 jóvenes de Soacha y Ciudad Bolívar que destaparon el escándalo no son suficientes?

Y no quiero ni pensar en lo que se viene ahora con el blindaje propuesto por Uribe a los militares, y que seguro Santos está dispuesto a cuidar (junto con los tres huevitos que ya le fueron confiados), para que sus delitos sean juzgados por sus semejantes. ¡Habrase visto! Además de pagar alrededor de cuatro millones de pesos por guerrillero muerto, se les protege de la justicia. Tendería a creer que los falsos positivos aumentarían muchísimo. Quizá así es como Santos pretenda acabar con la pobreza.

Y hablando del blindaje, vuelvo a lo que mencioné al principio: esa habilidad de Santos para usar sofismas y tergiversar lo que se dice. Cuando Mockus afirmó que la justicia ordinaria debe encargarse de juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos por militares, pues de otra forma pueden existir extralimitaciones, como lo ocurrido con Pinochet en Chile, Juan Manuel le reprochó el comparar a los honorables soldados militares con Pinochet.

Supongo que no es muy difícil ver la diferencia entre un ejemplo y una comparación.

¿Y la propuesta de poner la fiscalía bajo el comando del ejecutivo? ¡Toco madera! Si con el DAS ya se hicieron chuzadas, con la fiscalía no es sino decir y toda la oposición va derechito a la cárcel.

Tengo miedo, señoras y señores. Auténtico miedo. Por el destino de Colombia. ¡Eso es lo malo de pertenecer al centro en este país! En cualquier otro lugar ser del centro es ostentar lo mejor de la izquierda y la derecha, es facilitar alianzas y acuerdos. Aquí es recibir palo de uno y de otro lado.

Para mí, Mockus tiene más pantalones que Santos. ¿Qué acaso no hacen falta pantalones para bajárselos?

Bueno, eso. Ahora, me han entrado ganas de comprar juegos de Wii. La lista de los que quiero es esta: Super Mario Galaxy 2, MadWorld, Star Wars: The Force Unleashed 2, No More Heroes 2, Wii Sports: Resort y, por supuesto, Red Steel 2. Varios reencauches. Cuando esté en mi casa y los haya probado, haré otro corto listado como el de la entrada anterior, junto con varios otros juegos que he ido adquiriendo a lo largo del año y medio que he estado sin actualizar.

Finalmente, he venido a recomendar un filósofo que ya había mencionado y que me produce bastante gusto leer: Fernando Savater. Acabo de terminar "El valor de elegir" y, entre todas las cosas que dice, me quedó algo: el mal es el resultado del azar. Así que, a la mierda, voy a ser aún más cínico (empezando por admitir mi cinismo, después de acusar a Santos de cínico).

Eso es todo.


Salu2


Sueter


Urahara


PD: WAKA WAKA!!! me gustó bastante la canción de Shakira para el mundial, es muy pegajosa.

PD2: Me he puesto a pensar... ¿por qué cuando una persona le dice a otra "no digas nada" esa otra persona se queda callada? Si le dicen que no diga nada, le están pidiendo dos cosas: o que diga algo (no diga nada es negar la negación) o que no diga la palabra "nada", pero la verdad dudo que lo que todo el mundo está a punto de decir, antes de que les pidan que no digan nada, sea precisamente la palabra nada. Raro, ¿no?

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